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lunes, 28 de diciembre de 2009

Inseguridad

Los hechos muestran que estamos estancados en las palabras y las soluciones demoran en llegar. Es un tema muy complejo que pasa por una serie de escalas que van desde el robo simple pasando por el secuestro y terminando con el asesinato a sangre fría tanto de la gente como de agentes policiales. Sin dudas que los aspectos sociales son elementales esenciales, la pobreza, la falta de trabajo, la droga, el consumo alto de alcohol y otros motivos, dan claras muestras que socialmente hay un compromiso determinante. Pero se comete el error de no tener en cuenta los aspectos políticos que muchos no quieren mencionar. La esencia misma de la seguridad, pasa por una función del Estado que debe tomar los elementos necesarios, analizarlos y dar una respuesta contundente. Lo que falta en Argentina es la determinación política de erradicar ciertos aspectos que no pasan precisamente por la pobreza, la cultura y la droga, sin ir más lejos de estar de estar muy relacionado. Mucho más fácil de solucionar aspectos sociales sería si de una vez por todas el Estado toma las riendas para que los Institutos para menores estén en condiciones, no es admisible que los pocos Institutos que se tienen estén en malas condiciones, que no cumplan la función en forma correcta, que los menores que se internan en gran parte se escapen y terminen en las calles cometiendo delitos nuevamente. Tenemos un problema serio en la relación DELITO-PENA-CUMPLIMIENTO y en la relación DELITO-CAUSA y JUZGAMIENTO-EFECTO. Se tiene conocimiento de las causas que llevan al delito, penas que son claras, cumplimiento que no es efectivo. Se tiene el delito y la causa que lo motiva pero su juzgamiento es lento, arbitrario muchas veces y con un efecto de sanción poco ilustrativo desde el ejemplo. El menor roba y mata sabiendo que no es juzgado, y si lo es, termina saliendo porque es menor o porque se escapa… o porque le abren la puerta. Mayores que usan a los menores para el delito, y muchos que hacen del tema un caldo de cultivo para ser protagonista. Ese es quizás el otro de los problemas, hacen política, campaña y prensa con las necesidades del pueblo y cuando llega el momento no son capaces de levantar la mano para decir presentes. Sin dudas no están teniendo en cuenta que el mayor enemigo de la delincuencia es el mismo sistema con sus formas. La falta de encarar el tema desde lo estructural como sociedad. Se necesitan muchos años en nuestro país para terminar con los parámetros de pobreza y erradicar uno de los motivos delictivos, pero mientras tanto se quedan en la idea que si no se resuelve eso no logramos nada. Error señores, mientras tanto hay que hacer algo, y seguir perdiendo tiempo en discutir si bajamos o no la edad del juzgamiento penal, se sigue hablando de derechos humanos como garantía de impunidad a tal punto que hasta llegamos a que los familiares de quienes cometieron delitos piden indemnización por muerte. No será quizás que algunos no quieren pagar el precio político de firmar leyes donde estarían borrando con el codo lo que escriben con la mano? Cabe preguntarse si luego de tantos años que se viene revolviendo los años 70, de pronto se modifican leyes que en apariencia sería dictatorial, castigador, fuertes y eso sería contrapuesto a la reivindicación de los Derechos Humanos, esos que parecen tener los delincuentes y no la ciudadanía. Pero se olvidan que el peso político cae más fuerte cuando corre sangre del pueblo que cuando se defiende lo indefendible como el juzgamiento, la sanción y el castigo Está dentro de los esquemas políticos de una estructura social basada en que la disciplina, el control, la conducta, la pena y el castigo son normas de la dictadura. No señores, no, la democracia no es eso, la democracia también debe tener orden y estructuras básicas de control y disciplina, porque deben recordar que la Ley es la suma de normas que regulan la conducta humana. Acá falta conducta, acá falta regulación y orden. Si se piensa que bajar la edad para los menores es una medida poco factible desde lo social, humano y correcto, entonces cumplimenten los elementos necesarios para que el pueblo no siga pagando con su sangre lo que se soluciona con una pluma. Muchos aspectos giran en el entorno del tema inseguridad. Aspectos sociales, políticos y estructurales. Determinación. Son muchas las brechas que se abren en su entorno, una cosa lleva a la otra, pero mientras se diga que la inseguridad es una sensación ya sabemos que no están pegando en el centro del problema. Los Argentinos quieren vivir en Paz. Los Argentinos pretenden el Derecho a la Vida. Carlos B. Pianesi

domingo, 22 de marzo de 2009

La Trilogia de la Inseguridad

Cuando unos meses atrás en mi programa de radio “Ética y Moral (en Radio), hablé de la “Trilogía” haciendo referencia a la inseguridad, algunos llegaron a entender que se trataba de una forma sarcástica de definir la problemática que nos ocupa. No faltaron los que opinaron que era una manera de tirar la pelota afuera y lavarme las manos como comunicador social en lugar de dejar una carta jugada.

Pero pasaron los días, fueron dándose distintas cosas en nuestra sociedad y hoy,… hoy la “Trilogía” es una constante que escuchamos en los medios masivos de comunicación. Esa misma polémica con formas al mejor modo de excusas y con palabras vacías de criterio y discursos de tiempos de política.

La famosa “Trilogía” no es otra cosa que definir la problemática de la inseguridad en las responsabilidades compartidas que a modo de “Yo no fui” discuten hoy los tres Poderes de Estado.

Dije en aquella oportunidad y reitero aún más hoy, que el Poder Judicial le tira las responsabilidades al Poder Ejecutivo de no poner lo necesario arriba de la mesa para tener y mantener los institutos para menores al mismo tiempo que saca un fallo de la Corte Suprema recordando que a los menores no se los puede trasladar a Comisarías y deben ser trasladados a dependencias oficiales que tengan a cargo el cuidado de los mismos.

Mientras tanto, el Poder Ejecutivo dice que el Poder Judicial es responsable de los actos de aquellos jueces “garantista” que dejan salir a los detenidos con relaciones comprometidas con delitos que hacen a la inseguridad.

Al mismo tiempo, ambos poderes se van de boca diciendo que el Poder Legislativo no actualiza las leyes y que más de 14 proyectos Penales Juveniles están a la espera de ser tratados.

La “Trilogía” es hoy un circo donde los tres poderes entran en el debate y el desgaste político mientras la gente sigue esperando el poder vivir en paz. Por momentos, cuando las papas queman, se acuerdan de comentar que la inseguridad tiene como base la indigencia, la pobreza, la droga y la falta de educación.

Otros salen a la pantalla chica explicando lo inexplicable y no falta algún ministro que pueda esbozar la idea que la inseguridad se controla con la prevención.

Hasta cuándo se seguirá debatiendo lo que ya no tienen más cabida. Tiran de la cuerda sin darse cuenta que se puede romper y cabe la pregunta, como se dice, del millón, ¿Hasta dónde aguantará la sociedad este manoseo?

¿Será quizás que a los argentinos les falta sangre? Será verdad eso que el Argentino reacciona únicamente cuando le tocan el bolsillo?

Lo cierto es que cada día los Poderes de Estado se pelean y se tiran flores tratando de zafar cada uno de sus responsabilidades. Pero por más que lo intenten, no todos son perejiles de creer que realmente se trata de una polémica cierta. Simplemente se están lavando las manos cada cual de sus responsabilidades.

Pero a ciencia cierta, el problema de la inseguridad tiene como base fundamental el propio sistema jurídico que hace agua. El incumplimiento de las leyes, la corrupción política, policial y judicial.

¿Se imagina usted lo que sería la pena de muerte en argentina con un sistema judicial rodeado de lagunas del derecho, corrupción y obediencia política?

Son varios los factores que deben tratarse para solucionar el problema, y como dije hace unos días en AM 1320 Radio Ciudad, mientras la presidenta evada en sus discursos hacer referencia a la problemática de la inseguridad, quiere decir que el tema no es tratado a fondo ni está en las urgencias a tratar. El silencio otorga dicen. Porque cuando un tema preocupa y nos ocupa se lo menciona en forma constante.

Nadie pretende que a nuestros gobernantes les vaya mal, solamente es que preocupa mucho que siga pasando el tiempo y las cosas estén cada día más comprometidas, que se siga polemizando entre Poderes y nadie tenga la determinación política de poner en práctica algún programa efectivo acerca del tema.

Mire usted si no están dilatando nuevamente el tema de la seguridad que ahora, repentinamente, estaremos tres meses en plena campaña con esto del adelantamiento de las elecciones, por lo tanto, tres meses más que debemos esperar escuchar realmente que estén haciendo algo por la seguridad que no tenemos. Hoy por hoy, la prioridad política pasa por no perder poder en el Congreso.

La inseguridad es un problema de la gente, una gran omisión del Estado por no tomar determinaciones y un flagelo que se llama “Muerte Injusta de Inocentes”.

Dios Proveerá.

Carlos B. Pianesi