OTRA MUERTE DE BOLICHE
Al cierre de la presente edición, una noticia ponía nuevamente en evidencia el grave problema social que nos rodea y parece ser que a ello nos acostumbramos. A raíz de una golpiza, muere un joven de 20 años, estudiante universitario. El jueves 7 de diciembre Martín Catelluci murió a raíz de los golpes recibidos el sábado 2 en el boliche “La Casona” de Lanús. La misma fue llevada a cabo aparentemente por los llamados “Patovicas” del boliche. Por lo que se sabe hasta el momento (la edición se cerró el 8/12/06) un grupo de amigos fueron juntos a bailar, pero al momento de entrar no todos lo pudieron hacer. Un amigo de martín fue apartado del grupo sin dejarlo entrar por razones que hasta el momento no se pueden precisar, pero que estarían relacionadas con una selección realizada sobre la persona, quiere decir esto, apartado con intenciones claras. Si esto se comprueba, no es la primera vez que ocurre, ya que “La Casona” ya ha seleccionado en anteriores ocasiones a la gente que está por entrar, lo que significaría realizar una discriminación. En circunstancias que aún no son claras, Martín fue a buscar a su amigo y tratar de lograr que lo dejen entrar, y frente a los acontecimientos que aparentemente versan, existió una discusión que terminó en la golpiza contra Martín. Luego de días de estar internado, falleció a consecuencia de los golpes recibidos. Involucrados se encuentran detenidos en seccional policial, y la indignación de familiares ya se manifiesta en todos los medios. Con el correr de los días se sabrá qué es lo que ocurrió esa noche. Pero lo cierto es que una vida más quedará en el largo listado de quienes fueron victimas de actos de violencia por parte de patovicas. Cada uno tendrá sus razones, y quizás existan casos de jóvenes, aunque no es éste, que se ponen pesados y deben poner orden para que las cosas no se compliquen, pero de ninguna manera queda justificado el accionar por medio de la violencia desmedida y mucho más si se trata de personal que debe estar entrenada para persuadir y no para matar. Si vamos al caso, aparentemente, uno de los golpeadores practica boxeo, de ser así, está demás decir las diferencias que existen en condiciones físicas y aptitudes para enfrentarlas en una pelea, sea cualquiera el motivo. Parte del problema no deja de ser lo permisivo que se han vuelto ciertas cosas, que frente a la falta de control y por otra parte la luz verde que tienen algunos, caemos siempre en lo mismo. Quizás la justicia también tenga parte de responsabilidad, al no tomar medidas ejemplificadotas que pongan freno al libertinaje de hacer lo que se quiere y cuando se antoje. Muchas veces se ve a la salida de los boliches a los jóvenes de corta edad alcoholizados y haciendo desmanes de todo tipo, pero ese es otro problema que nada tiene que ver con lo ocurrido, ya que aquí existió una discusión y la respuesta violenta de golpes que no solamente terminaron con la polémica sino además con otra vida. ¿Hasta cuándo Señores? En el próximo número daremos información de los hechos y las respuestas. EyM -Art. publicado en la revista Etica y Moral - Dic. 2006
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