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miércoles, 17 de octubre de 2007

Panorama Argentino

Hace 24 años, cuando estábamos por votar y comenzar a vivir la democracia luego de una dictadura que sin dudas dejó huellas, las calles estaban vestidas de fiesta y la gente viviendo los días en medio de la algarabía por el evento de las elecciones. Hoy pareciera que nada está por ocurrir, pues la sociedad no está metida en las elecciones y complementariamente pareciera que nada le interesa.

¿Qué pasó?, ¿Qué ocurre?

Pareciera que nuestra democracia no evoluciona de la manera prevista en los manuales, ya que en lugar de estar metidos en la política y sus vaivenes, están alejados de todo discurso y participación.

Es sencillo, la credibilidad va siendo nula, la creencia en los políticos bastante relativa, y como si fuera poco, el ciudadano argentino está golpeado por fuertes hechos de corrupción.

Quizás la falta de claridad en algunos temas, el descontento por los magros resultados de gestiones anteriores y la decadencia misma de los partidos políticos como base fundamental de plataformas al mismo tiempo que la pérdida de identidad del partido político en sí mismo, está originando la ausencia de la alegría de votar.

El ciudadano está cansado de escuchar lo que luego no llega, de no tener lo que necesita ni de encontrar los caminos que lo conduzcan a una vida más tranquila.

Las mesas políticas están en plenas negociaciones y acuerdos a pesar de las diferencias que separan a los distintos candidatos. Los días se tornan tediosos y la monotonía política está servida sobre las calles del país.

Se sabe, claramente y se nota, que después de las elecciones volveremos a los problemas que aquejan al país. Quizás la inseguridad, la inflación y la crisis energética serán nuevamente los temas a debatir en forma constante como caballito de batalla para los opositores y preocupación constante para quien le toque gobernar.

Mientras tanto, la gente no tiene furor eleccionario. Pareciera darle lo mismo votar o no. La elección por determinado candidato está seriamente vinculada a pretender restarle votos al oficialismo por un lado, y por otro algunos prefieren lo que aparentemente sería la continuidad del actual modelo. No faltan aquellos que más allá de no encontrar algo interesante, piensan que los avatares del sindicalismo pueden hacer temblar la estabilidad medianamente lograda haciendo frente a lo que en estos días quedó expresado por la amenaza política a la candidata oficial.

Desde el oficialismo apuntan que ciertos cambios en la CGT pueden ser peligrosos a la hora de contar con el apoyo que Moyano les brindó y que en cierta forma les permitió al actual gobierno mantener cierta tranquilidad económica. Pero por otro lado, saben que las líneas de la central obrera están marcadas y orientadas a la cabeza de Moyano.

Si bien es algo relativo, las encuestas apuntan al triunfo de Cristina, quien cuenta con bases sólidas de un modelo económico apoyado por empresarios, contentos por un tipo de cambio alto. Asimismo sería un problema para ella si las cosas no funcionan bien, ya que uno se pregunta si le reprochará al gobierno anterior todo aquello que no le salga.

Por otro lado, Lavagna tiene en su haber la confianza de la gente por su última gestión realizada como ministro de economía. Quizás no le vean algunos, la pasta suficiente para transformarse en un político duro que no se deje avasallar por sectores siempre alertas a presionar.

El lenguaje de Elisa Carrió tuvo un vuelco significante. Algunas de sus frases agresivas, por así decirlo, se han transformado en oraciones medidas en la cautela. Quizás Elisa también está pensando que deberá sentarse a negociar con ciertos grupos fuertes de los cuales ella misma reconoce no tener demasiado diálogo.

El grupo de piqueteros están muy callados. Quizás acordaron algo. Lo veremos en el futuro, según quién sea el nuevo presidente.

La cuestión es no parecer estar a pocos días de las elecciones. La cuestión es ver a la gente de mal humor, agresiva, sin ganas de escuchar de política ni participar en ella. En cierta manera eso es algo que deberán tener en cuenta quienes están en la pelea por el sillón de Rivadavia.

Se suma un fantasma que está dando vuelta. Los hechos ocurridos en Córdoba y actualmente en situación política de alerta, dan la sensación de cierta impunidad por un lado y desconfianza por otro. Aquellas circunstancias dudosas en la provincia de Misiones alertaron en su momento cosas que podrían ocurrir. La provincia del Presidente es un polvorín silenciosamente callado a la fuerza de negociaciones que a sabidas cuentas no serán eternas. Lo de Córdoba rebalsó el vaso. ¿Y ahora?

Las sospechas están fundadas, aparentemente se han tomado medidas para asegurar el escrutinio del 28 en las generales. Dios permita que todo transcurra normalmente.

En general, la situación política argentina presenta un cuadro atípico a momentos de las elecciones. Varios factores rondan por los pasillos de la Casa Rosada y por la mente de los votantes. Por otro lado, se dice que los gastos de campaña fueron el 100% más que las dos elecciones anteriores. No se tienen cifras ciertas de la actual situación de indigencia, pobreza y desocupación real. Todo número que sale del INDEC no es creíble. Los 180 días de educación, por una cosa o por otra, nuevamente no se han cumplido. La justicia ausente en casos determinantes y la ruptura del concepto que el crimen perfecto no existe cuando se vio que en el caso María Martha Belsunse la perfección está, ya que se tiene al encubridor y no al asesino.

Estamos por votar, como digo siempre, Argentina una sopa caliente de variados ingredientes.

Resumen de la situación política argentina. (por Carlos B. Pianesi; Director de la revista Ética y Moral)

martes, 25 de septiembre de 2007

OTRA MUESTRA CLARA DE INOPERANCIA

Una vez más, la falta de seriedad y carencia de criterio queda demostrado en el absurdo y para nada polémico proyecto del diputado porteño Abelardo García, del Partido Conservador Popular. Éste personaje, hasta hace unos días poco influyente, ingresó a la legislatura en diciembre de 2006, único miembro del nombrado bloque. Al momento que sus pares tomaron conocimiento del proyecto supusieron que se trataba de un chiste, pero no es así, lleva el número 2104-D-2007.

El curioso y novedoso proyecto trata del ordenamiento del desplazamiento de la gente por las calles peatonales de la Capital. En resumen, la propuesta consta en que los peatones tengan sentido de circulación obligatorio, caminando siempre con el hombro derecho lo más cerca posible a la línea de edificación. Caminar en sentido marcado (igual que las calles de doble mano) y si quiere cruzar al lado opuesto deberá hacerlo de manera recta, evitando cruzarse en forma diagonal, evitando así entorpecer la marcha de los demás. Si la gente tiene que volver hacia atrás, deberá cruzar de mano, volver por la mano contraria y entonces cruzar en línea recta.

Entre otras cosas, el diputado considera que en la aglomeración y choque entre los transeúntes, los carteristas se aprovechan y operan con total impunidad. Inclusive, colocar señales que indiquen el sentido obligatorio de desplazamiento. Se deberá contar con personal competente para hacer cumplir el ordenamiento e imponer “penas correctivas onerosas” a los transgresores. El proyecto será discutido por las comisiones de Tránsito y Transporte y de Comunicación Social.

Realmente parece una burla. Alguien tiene que avisarle a éste personaje que la sociedad argentina está descontrolada de tal manera que no le importa su propia vida si se tiene en cuenta que la cantidad de muertos por día en accidentes sigue creciendo. Alguien tiene que decirle que no se pudo poner orden en las cosas más esenciales como la conducta en las escuelas. Por favor, que alguien le avise que la impunidad de los carteristas es el fiel reflejo de una justicia de garantías y la carencia misma de un sistema judicial que permita seguridad jurídica, creencia en el sistema y aplicación de la misma ley.

En lugar de pretender poner orden para caminar, mejor sería que pongan orden en las cuentas de aquellos organismos que a sabiendas del propio pueblo metieron la mano y no la devolvieron. Que alguien le informe que muchas reglamentaciones en defensa de los discapacitados no se respetan y nadie hace algo para que las mismas se cumplan.

Sr. Diputado, no sea ridículo, todavía no se ha logrado conciencia acerca del SIDA. No se utiliza en gran porcentaje el cinturón de seguridad, no se respetan las normas de tránsito, no se aplican programas que eduquen a los niveles más marginados el uso de métodos anticonceptivos que permitan dejar de tener los hijos que no pueden mantener. No se logra instrumentar la manera de terminar con los chicos de la calle. Y así, se puede dar una lista muy extensa de situaciones y problemas por solucionar, como para estar perdiendo tiempo en proyectos que no conducen a nada.

Hay que ser más prácticos, tener más criterio. La densidad poblacional está en crecimiento. Se deben mejorar las estructuras. Antes de marcar una vereda y poner cartelitos indicadores de sentido, hay que hacer respetar las normas de convivencia que ya existen. Hay que educar. Hay que respetar y hacer respetar. Por más que ponga un orden para caminar, si no existe el respeto ese orden no sirve. Y la manera más viable de recuperar el respeto se logra aplicando el castigo por el incumplimiento de la ley, porque de esa manera el ejemplo señala un precedente, un ejemplo que enseñe claramente que cuando no se cumple se recibe una pena.

Lo único que le falta, Sr. Diputado, es castigar a los que caminan mal o usan sillas de ruedas, porque esa gente estorba a su manera de pensar la libre circulación. En lugar de pretender reglamentar la forma de circular, debería preocuparse por presentar un proyecto que castigue con mayor rigor a quienes no respetan a un discapacitado, no respetan la vida humana o para quienes pretenden seguir construyendo de nuestro país una sociedad selecta que discrimina.

Con todo respeto Sr. Diputado, renuncie y no siga cobrando para presentar proyectos vacíos de criterio. No ocupe un lugar que puede ser productivo si está bien utilizado.

Carlos Bruno Pianesi

Escritor – Analista

Director de la Revista Ética y Moral.

(Lanús – Pcia. de Bs. As.)

martes, 11 de septiembre de 2007

¿Cuál es el mensaje?

Cada uno tiene todo el derecho que le corresponde de hacer la lectura que quiera. Cada uno puede manifestar su elección de la manera que más le guste. Pero cada uno también tendrá que hacerse cargo el día de mañana de lo que hoy ha elegido.

Justamente esa elección, está íntimamente relacionada en la lectura, interpretación y comunicación de lo que se recibe, lo que se consume. Una de las grandes falencias de nuestros gobernantes, está expresada en la carencia de programas educacionales con miras al futuro. La bajada, si me permiten la expresión, de línea cultural que desciende de las altas esferas, cuando a simple vista, desde Ministerios y entes reguladores algunas cosas pasan de largo.

Pareciera que la idea es seguir apuntando a lo mediocre, sí, una cultura mediocre que permita, quizás, vulgarizar aún más los conceptos básicos para la convivencia. Seguir perdiendo aún más ciertos valores.

La ética, el respeto, los buenos modales, van quedando cada vez más atrás, y la preocupación no deja de pasar hasta dónde vamos a llegar. Quizás el camino está marcado y la propia sociedad se está transformando en una simple conglomeración de gente consumidora sin importar contenidos ni calidad de gente.

¿Será cierto entonces, que los cambios generacionales en medio de la alta tecnología traen aparejado la nivelación mediocre de la cultura? No, no es así. Son muchos los países que en medio del avance tecnológico han convertido sus sociedades en ejemplo de vida. Entonces, sin duda, todo pasa por los objetivos. Ahí está la respuesta, en los objetivos. Entonces que cada uno analice mediante su propia lectura cuáles son los objetivos que se persiguen con tanta mediocre exposición de cultura barata y sin rumbo.

El vocablo y los hechos orientan a la duda, aunque para algunos las dudas están ya disipadas. Con el debido respeto que los interpretes e involucrados merecen, no se puede pasar por alto que ciertas coincidencias sirven de muestra.

Hace poco tiempo, un participante del reality “Gran Hermano”, ex convicto terminó siendo finalista luego de haber sido una viva demostración de costumbres y vocablo“tumbero”. Con el derecho que le corresponde a su lugar de arrepentimiento, no alcanzó estar en pantalla y ser finalista, que luego de ciertas vueltas volvió a aparecer en el “Reality Famosos” para terminar ganando el juego.

Aparentemente su clasificación fue voluntad de la gente, de igual manera pensar que la gente ha votado por la caridad, lástima o premio de la situación planteada de pedir perdón por sus actos del pasado. Quizás, el sólo hecho de haber estado, ya significaba más que suficiente para tal objetivo. En cierta manera, también se lo puede considerar una falta de respeto a los que hicieron buena letra y terminaron perdiendo el juego, o a los famosos que en cierta forma lograron algo en sus vidas. ¿Y aquellos que fueron victima de los hechos de ese ganador, qué habrán sentido?

Pues la misma impotencia puede sentir aquellos que durante años pagan estudios a sus hijos con el sacrificio que ello demanda hoy día y deben escuchar en la pantalla chica la vil, barata y vergonzosa propaganda que un canal hace en su programa ilustrativo acerca de cárceles, acerca del vocablo “tumbero” y la posibilidad de adquirirlo mediante un llamado telefónico con el fin de “aprenderlo y divertirse”.

Cada uno es dueño de su elección, y el hecho de esas circunstancias demostrativas de cultura mediocre no significa que se generalice. Pero sí no deja de ser una opción dentro de las elecciones que el consumo brinda. Eso es lo grave, la posibilidad de brindar lo que no construye.

Cada uno maneja sus medios, también la elección de los mismos. Pero más positivo sería dejar de levantar banderas por lo mediocre, por la obscenidad, el libertinaje y la constante falta de límites, esos límites que también se evidencian en la ausencia misma de la aplicación de justicia. Pero ese es otro tema. Quizás más político. Aunque cabe una pregunta, ¿la viva demostración de cultura callejera, el éxito sin talento, la falta de pudor, la violación a los derechos reservados, la cultura mediocre no es también un tema político?

La cultura se hace, la educación es el camino.

Carlos Bruno Pianesi

jueves, 23 de agosto de 2007

¿Maduración política?

Quizás se trate de un avance importante. Quizás llegó algo de la esperada maduración política que tan bien le viene al país. Menem perdió en su provincia. Al contrario de lo que se podría pensar, el Dr. Menem ya no tendrá lugar en las altas esferas políticas. Era hora que llegara la respuesta lógica y coherente. Cerró su campaña con sus hijos, quizás con la esperanza que el pueblo le tenga algo de compasión, quizás el reconocimiento hacia su hijo en el reality le daba un voto por la hombría, pero por qué no pensar que se trató también de una jugada política de quien ya no tenía suficientes argumentos para hablar de política. Es lamentable por sus hijos, que tuvieron un segundo de esperanza en poder estar nuevamente en los diarios como los partícipes de la política, es lamentable por Carlos (hijo) que después de sus días de fama no pudo concretar el gran salto a la popularidad por sus habilidades más que sus genitales. La historia se escribe con los acontecimientos que los mismos hombres proclaman, pero también existen los límites, y parece ser que al Dr. Menem el mismo pueblo le dijo basta. Era hora que algo positivo acontezca en la política, y el tercer puesto en La Rioja da claras cuentas que ya no se escuchan palabras huecas, al menos no se les hace caso. Dios quiera que éste sea un paso positivo también en la conciencia general frente a las elecciones generales que se aproximan. Dios quiera que la misma conciencia de voto de La Rioja se aplique en todo el país. Quizás así se tenga la esperanza de crecer, o al menos, comenzar el camino que conduzca a un prospero futuro político argentino.

martes, 14 de agosto de 2007

MENEM Y OTRO CIRCO

Sin sorpresas y como era de esperar, la política Argentina da siempre una oportunidad más. Parece mentira, pero es real, el ex presidente Carlos S. Menem no está precisamente en el banquillo después de haber entregado nuestro país a las manos de empresas que llegaron, embolsaron y se fueron.

Por cierto, bastante responsable de los atentados contra las instituciones judías cuando en aquellos tiempos visitaba Siria y dejados a las buenas de Dios, los argentinos fuimos engañados durante las presidencias que dejaron un tendal que algunos todavía no quieren reconocer.

El uno a uno terminó siendo el engaño que algunos no quieren ver, fue el encubrimiento de política económica que le permitió en su momento tener a un pueblo engañado que las cosas iban bien. Cuentas bancarias en el exterior, actos corruptivos, estafas a nombre de argentinos pasean por los organismos oficiales del mundo sin resolverse pero castigando duramente ese seudo ingreso al primer mundo.

Pero lo van a volver a votar, porque la gente cree que fue el héroe de la economía que les permitió comprar a crédito, compra que para más de uno terminó siendo el calvario.

Ese dólar 1 a 1 que terminó convirtiéndose en papeles de color que pintaron a la argentina en una vergüenza mundial, al mostrar de qué manera un país se podía mover con más de una moneda, bueno, moneda es una forma de decir.

Los índices de pobreza que dejó la salida impetuosa del presidente radical en diciembre de 2001, dio origen a la indigencia y la pobreza en índices no calculados, pero Menem había marcado un camino, en parte vendiendo hasta la silla de la abuela y dibujando un Estado organizado. Sí, organizado en la corrupción y semejantes negociados que fueron desde armas hasta el más mínimo contrato de licitación en obras y usufructos.

No se puede dejar tirada en la memoria aquellos días de incertidumbre por la muerte de su hijo, cuando en circunstancias que aún no quedaron claras, su helicóptero cayó.

¿Se puede acaso olvidar en qué circunstancias durante la primer presidencia dejó claramente demostrado la forma de privatizar?, al menos Dromi se fue con algún vuelto, algo así como el 42% de la privatización de la llamada ENTEL, que era destinada para los jubilados, eso por dar mención a alguna de las tantas. Si se quiere pasamos por Manzano, Lalín, o la mismísima Alzogaray. La cuestión es que es sabido, comprobado y fácilmente esquivado de la resolución judicial, como producto del negocio político, que las sentencia no existieron, tampoco el blanqueo que los argentinos merecían.

Fueron 10 años que terminaron siendo siniestros, y sin embargo, Menem cerrará tu campaña junto a su hija y ahora también con su hijo reconocido en un Reality televisivo.

Aunque a algunos no le guste, se ha montado nuevamente el Circo Menem.

Cada uno puede hacer lo que quiera, pero antes de votar es necesario hacer memoria.

jueves, 26 de julio de 2007

TV MEDIOCRE - 3º parte

Ya no encuentro calificativo. El hartazgo llega a su límite y la paciencia simplemente la ubicación ética que se debe tener al expresar la furia.

BASTA! Hasta cuándo seguirá el consumo de televisión simple, barata, mediocre. Intolerable muestra de canibalismo cultural sobre las generaciones en formación. Pareciera un propósito determinado el tirar por la borda lo que en generalidades se pretende lograr cambiar con los nuevos lineamientos educacionales.

Seguramente la evolución tecnológica y los conceptos primarios de democracia estipulan que la libertad no se debe medir, al menos en los países dónde la democracia es joven y en muchos aspectos se toma a la libertad como medio expresivo en respuesta a las épocas de tiranismo y represión.

La cultura quedó tirada en el olvido, mientras algunos empresarios hacen caldo gordo a la política de turno que pueda llegar a estipular que lo mediocre y la soltura sin medida son los parámetros necesarios que establecen el camino hacia el futuro. Sería bueno preguntar ¿qué futuro?, tal vez el mismo que estamos forjando en medio de una televisión que lo único que conoce como demostración expresiva es la barbarie y la burda demostración de falta de talento y viva exposición de lo trivial.

El que quiera oír que oiga, y el que no, que haga también lo que quiera, pero quién está a caso en condiciones de decir que la televisión argentina hoy por hoy es instructiva, cultural y sana. Seguramente puedan decir que es instrucción mostrar las vulgaridades, si total la calle muestra cosas peores. Podrán decir que la libre expresión está relacionada con la libre elección, el que quiera ver, ahí está, y el que no, que cambie de canal. Pero la televisión no es un lujo, y para más del 56% de nuestra sociedad se trata de una pantalla chica sin demasiada elección, ya que no posee cable canal, por lo tanto debe consumir lo que se le brinda. Y ahí quizás está el grave problema. Pues a cualquier hora y en la mayoría de los canales de aire tenemos la viva demostración de la necesidad imperiosa de mostrar que las ratas de laboratorio no siempre son ratas, también son humanos, y “Gran Hermano” lo fue en su momento, lo será próximamente y siempre que el único espacio televisivo tiene como premisa el negocio en lugar de la cultura.

Faltaba tan poco, que nos metieron “Gran Hermano Famosos”, ¡Qué locura, por favor!, qué bajo hemos caído.

Seguramente digan que estamos creciendo, que estamos exteriorizando lo que durante muchos años quedó reprimido por golpe tras golpe. Para nada las generaciones pasadas entre el deporte, la cultura y la televisión sana de humoristas y programas ómnibus, en medio de cine y comedias ha crecido enferma. Se fueron Olmedo, Dario Vittori, Bala, Marrone, los super heroes y los domingos en familia para dar lugar a la experimentación pública de humanos y la obscenidad.

El vertiginoso ritmo de vida nos arrastra a la locura de sonidos estridentes, a la turbulencia sentimental de la familia olvidada. Nos fuimos transformando en humanos robotizados por el día a día que dura más de 8 horas, y fuimos cayendo en la necesidad de un espacio que simplemente entretenga, aunque no tenga contenido, la televisión debe estar encendida, sin importar contenido, sin mirar lo que se enseña, sin medir las consecuencia de lo que inculca.

Quiero que alguien me diga, qué sirve de esos programas que se hablan bolud… de los demás, que enseña el escándalo, qué deja meterse en la privacidad de las personas, qué demonios nos da la viva necesidad de demostrar cuál cola está más formada o quién tiene el pene más largo. Basta, por favor, basta.

Quién quiera oír que oiga, quién no, que haga lo que quiera.

jueves, 17 de mayo de 2007

¡OTRA VEZ SOPA!

Una de las particularidades que tienen los políticos argentinos es ganar desconfianza por parte de su pueblo. Una de las grandes causales de los problemas que tenemos es la falta de seriedad política que se tiene en esta bendita tierra. Si naciera de nuevo, tengo duda de elegir nacer en argentina o de subirme al tren de la joda, porque si bien estoy muy conforme con la vida que se desarrolla desde la honestidad, siento que al igual que a otros pensantes y ciudadanos, nos toman de estúpidos.

Esa gran improvisación y cara de buenos conductores que sin esfuerzo esbozan, caracteriza a la dirigencia política de ser excelentes encubridores de sus pensamientos reales que giran sin pausa en el negocio de la política como seguro de jubilación para cuando se retiren luego de ocupar lo que desde un principio debería ser supremo desde todo punto de vista.

No me hablen de mentiras periodísticas ni de campañas desestabilizadoras para comprometer un acto eleccionario. Nadie está en condiciones de ser creíble, ni los difamadores ni los conductores, todo se resuelve revisando la historia y sacando las conclusiones por lo que la trayectoria indica. Por más que a muchos les moleste, nuestro pasado político nos condena.

Al igual que todo ciclo, la vuelta se da. El reflejo de las últimas explosiones entorno a la dirigencia política dejó marcado su resplandor, y al mejor estilo de libretos novelescos, las páginas de nuestra historia se vuelven a escribir entre sombras, medias tintas y corrupción.

Se creía que las experiencia políticas, junto a sus vergüenzas y escraches, pasadas entre los Yoma y la joda de IBM marcaban en su momento el punto final a la corrupción descarada, el negociado en las narices del pueblo y el fin de tomada de pelo a la justicia. Pero en argentina no se termina nunca. La justicia sigue sin existir y los negocios son cada vez mayores.

No importa si lo que se pueda escuchar es exagerado por la prensa o por los opositores interesados en menoscabar a meses de las elecciones. Lo que importa es todo lo que gira entorno al gobierno por su desempeño en ciertos manejos impunes que se ventilan ahora y que ya cuesta imposible creer cosa contraria, pasando a ser más que un tema de discusión una realidad complicada de desmentir.

La reacción generalizada del pueblo de Santa Cruz, los incidentes que se han protagonizado entorno a los ferrocarriles, inclusive mirando más allá, el alejamiento de Capitales Extranjeros de nuestra economía y el malestar generalizado de la gente no son inventos ni campañas de desestabilización. Son resultados de errores cometidos. Esos errores no son parte de un incumplimiento luego de cuatro años, son exteriorizaciones de impotencia, esa misma impotencia que nace en escuchar que un ministro con pesados antecedentes sigue al frente de un gabinete, que otro ministro está metido en el negociado del gaseoducto, que en la provincia del presidente se levantan radios por pensar diferente, y como si fuera poco, ciertas actitudes de las fuerzas de seguridad ponen en duda las ordenes emanadas del propio gobierno. Esto es una joda.

No alcanzan los hechos políticos, que la justicia hace lo suyo. El perdón o justificación sobre Quiróz, después de lo ocurrido en San Vicente, también abrió la puerta al libertinaje. Inclusive se desconfía que el presidente tenga un patrón, y no sería la primera vez que el sindicalismo gobierna a un gobierno.

Entonces no se debe hablar de campañas sucias ni de desbocados comentarios que pretendan desestabilizar. Tampoco martiricen a un presidente. Simplemente miren las agendas, llamen a algunos jueces, también algunos comisarios, no se olviden de hablar con Di Zeo, pedirle permiso a Moyano y cuando todo cierre, si tienen ganas y queda algo de tiempo, pueden comenzar a sacar las claras conclusiones que todo lo que está ocurriendo es producto del mismo descontrol que el gobierno originó al dejar de ser creíble.

En ese sentido, el presidente como responsable también de su gente, me ha fallado, porque tenía claras ideas de salir de una crisis, y en parte se salió, pero continuamos transitando por el peor de los caminos que es la falta de credibilidad en las instituciones, y de eso es responsable cada uno de los integrantes del presente gabinete al olvidarse que lo primero que se debe defender con honestidad es nuestra Nación, la misma que ahora está siendo vista por el mundo entero como chiquero de chanchos. Para no perder la costumbre.

domingo, 6 de mayo de 2007

ALGO PASA

Viejos tiempos se cruzan por la mente, pero eso se quiere ver como pensamientos negativos, o quizás, se dice que es tirar mensajes en contra de la reelección del presidente. Pero cada día que pasa crece el nerviosismo y no precisamente por las agresiones políticas entre los candidatos. La agresión en sí misma es contra la propia ciudadanía y pareciera que a nadie le interesa.

Mientras tanto, la voluntad política se juzga por sí sola en la intención única de mantener el poder o de lograrlo de una vez por todas. Sin dudas, el sillón de Rivadavia tiene un precio alto en estos días, de tal manera que cualquier altercado que gira entorno del propio presidente suena a hechos que apuntan a su persona.

Quizás pretendan martirizarlo, pera ganar en cierta forma algo más de la popularidad que fue perdiendo, o quizás, por el mismo miedo que la oposición se refuerce y lo arrebaten, de la misma manera que le arrebataron la provincia de Misiones, nieguen la determinación de un Fiscal diciendo únicamente lo que ellos ven. Y si vamos al caso, por qué no se dijo antes que la madre era amenazada. La cuestión es que mientras tanto, otras cosas suceden y ponen en duda la credibilidad de la misma conducción.

Desde el primer momento que los antecedentes juzgan a Fernández por su pasado en Quilmes y por las relaciones con quienes hoy son enemigos del presidente ya no tendría relación el liderazgo y poder que Fernández sigue teniendo, pero dan clara situación que aquellos no interesara, y por ende, se pierde día tras día la credibilidad. Una credibilidad que los años fueron dando paso a su agotamiento por las mismas carencias del Estado y las facultades atribuidas que algunos ministros se tomaron.

El estar cerca de las elecciones, supone en Argentina, tiempos de denuncias, enfrentamientos, saldo de cuentas pendientes y montones de circunstancias que solamente apuntan a desacreditar al otro, sin importar que el pueblo está mirando de costado, ya que no cree más nada. A veces, al menos por las experiencias pasadas, se revirtieron las cosas cuando al momento de dejar el voto la ciudadanía pareció olvidarse del pasado oportuno de cada candidato. Dios quiera que ahora se vote con conciencia y no falte memoria.

Pero en cierta forma, ya no es lo mismo y eso parece que no lo tienen presente, o sí. El tema es que la locura por el manejo del poder, canastita siempre deseada, descuida los lados más delicados de la gente y recae negativamente sobre el gabinete de turno. Pero no se trata de caprichos presidenciales, pues dudo que Kirchner pretenda atemorizar al pueblo. Sería cuestión de buscar en el pasado o en la cabeza loca de algún cercano al presidente cuáles son las intenciones de seguir embarrando la cancha, a no ser que verdaderamente existan grupos de poder que pretendan hundirlo, o quizás, algunas certezas realmente molesten y deba entonces manejarse otros hilos para tapar lo que el pueblo no tiene que ver. El tiempo dirá dónde está la razón.

La cuestión es que algo está pasando. Testigos que desaparecen, otros que son asesinados, algunas radios que se levantan, denunciantes amenazados, un periodismo que por momentos calla o no ve, relaciones turbulentas entre el presidente con algunos jueces y también con la Iglesia, y como si fuera poco, la violencia en la calle crece a paso agigantado entre asaltos, corridas, estudiantes, policías, droga, menores que desaparecen, patrulleros truchos o mal preparados y un valor dólar totalmente ficticio en medio de un proceso de inflación que despierta preocupación para diciembre al momento de cerrar las cuentas para comenzar a dar las cartas nuevamente.

Algo está pasando, pues son muchas las canillas abiertas que están perdiendo y sería un verdadero problema si las cañerías no aguantan y comienza la inundación. Dios quiera también que todo siga en calma.

lunes, 30 de abril de 2007

TV MEDIOCRE - 2º parte

Es importante saber respetar las opiniones ajenas, pero la critica, en ocasiones se debe orientar al claro objetivo de sacar las conclusiones que dejen un mensaje constructivo. De ahí, entonces se debe analizar cuáles son los argumentos sólidos que pueden argumentar que el programa Gran Hermano marca un camino de bases culturales positivas.

Se sabe que es un juego, pero entonces un juego de análisis sobre ratas de laboratorio que no dejan de ser humanos y en cierta forma son colocados como representantes de nuestra sociedad, con sus diferentes vivencias y con sus experiencias en miras a demostrar la problemática de nuestra juventud.

Pues si la problemática está basada en dicha demostración, entonces estamos perdidos. Quizás el peor de los errores lo cometen los mismos medios, cuando aseguran que la opinión de una familia representa a millones de televidentes. No deja de ser una manera de pretender fomentar lo que indiscutiblemente se muestra como algo natural, constructivo, divertido y positivo.

No se puede discutir que en ocasiones divierte, si se describe a la diversión como simple pasa tiempo. Pero decir que esto es natural cuando están actuando buscando el minuto de fama pretendiendo un futuro próspero, o apuntar que es constructivo porque se muestran diferentes formas de vida o llamar a éste circo televisivo un programa positivo, es una barbaridad. No deja nada y demuestra claramente que el factor común es mostrar que la falta de talento, la carencia de personalidad y la desorientación para enfrentar la vida te marcan el camino a la fama.

Un juego que se basa claramente en encontrar la forma de supervivencia sin contacto exterior en medio de engaños, conviviendo entre mentirosos, obsesivos, incultos, patoteros, fanfarrones y fríos calculadores en las relaciones humanas. Una constante relación entre lo ficticio y lo que quisiera ser.

Un programa que se alimenta de la gente, tanto de los que están afuera como de los que entran. Porque tres o cuatro vivos se llenan los bolsillos a costillas de los pibes que buscan su fama y algunos una orientación en su vida. Y se alimentan los bolsillos con los llamados de $ 1,20 desde celular y $ 3 por teléfono de línea. Más los mensajes de textos de $ 0,50 centavos.

Los 28 a 30 puntos promedio de rating son claros objetivos para anunciantes, mientras el segundo tiene oscilaciones de $ 2000 y $ 3500 durante las noches de mayor importancia para el juego. Además todo lo que se suma en su entorno por los temas musicales que son grabados y vendidos como los más importantes del momento, como si fuera lo único que se produce.

Telefé les deposita cerca de $ 2.000 mensuales a cada participante, y a medida que van saliendo, les pagan por promocionarse en boliches, programas y entran en la vidriera grande de la otra sección del análisis de ratas de laboratorio que consta en la experimentación en vivo de las experiencia cosechadas por estar encerrados, sin hacer nada, actuando y hablando de sus vidas cosas que no son más interesantes que las suyas.

Pobres los tantos jóvenes que estudian teatro, actuación o arte y buscan con sacrificio alcanzar el protagonismo de manera honesta y frontal. Los de Gran Hermano no hacen nada deshonroso, pero tampoco se rompen el lomo para llegar a algo. Y pensar que dentro de unos meses algunos de ellos no son nada. ¿También eso es parte del juego?

Realmente un negocio redondo para algunos, una ilusión barata para otros y una gran desilusión para millones de personas que tratan de encontrar un espacio de cultura o contenido en la televisión y únicamente encuentran horas de lenguaje barato, actitudes ordinarias como las de Claudia, las fanfarroneadas de Damián, las estupideces de Jessica, las ordinarias de Diego y las vacías como las de Juan. Y ni hablar de las demostraciones de bajeza femenina de Griselda, Mariela o Nadia.

Un programa donde algunos ganan dinero, otros fama, también espacio y otros importancia. Todos ganan menos la cultura. Un programa que desde lo humano deja espacios vacíos, y desde lo constructivo ni siquiera pone el primer ladrillo.

domingo, 29 de abril de 2007

TV MEDIOCRE – 1º parte

País generoso el nuestro. Una generosidad que nace en la carencia de cultura. Una generosidad que tiene vínculo directo con la política de Estado en relación al nivel educacional que pasa sin dudas a las esferas constantes de la mediocridad. Seguimos sumando para abajo. Seguimos sumando en números negativos, y quizás mañana, las futuras generaciones se pregunten al compararse con otros pueblos cuál fue el camino elegido por sus antecesores que los llevó a ser tan poca cosa.

Del chisme barato a los periodistas sensacionalistas que alarman para tener noticia, porque son incapaces de hacerles frente a la verdad por lo que tienen como salida laboral ir más allá de lo que ven como único recurso para ser primeros. Pobres aquellos grandes periodistas que se juegan y cuando sus verdades molestan o descubren, tienen que irse o encerrarse porque las amenazas lo intimidan.

Periodistas, locutores y empresarios que se esconden detrás de las banderas partidarias y se casan con los gobiernos de turno porque solamente les interesa asegurarse el pan, así sea vendiendo una imagen para cambiarla por otra cuando les ofrecen un mango más.

Productores que apuntan al negocio sin importarles un pepino lo que van a transmitirle a las nuevas generaciones que crecen en medio de la confusa realidad que les inculcan mediante la pantalla chica. Se olvidaron del verdadero sentido de la comunicación. Ya no importa la calidad, lo seguro pasa por la cantidad, sí cantidad, cantidad de plata que embolsan por mostrar la resaca como expresión popular aunque no sea la generalidad. Bien se dice, lo malo prospera más rápido y lo bueno hay que saberlo buscar.

La TV Argentina se convirtió en el disfraz de la misma mentalidad del pueblo. La gente comenta acerca de lo que ve como todo un acontecimiento, pero a puertas cerradas no deja de criticar. Por momentos pareciera que se tiene miedo de hablar, o quizás sea nuestra idiosincrasia que no nos permite reconocer que los argentinos están creídos ser los mejores lo que significa no saber agachar la cabeza. Es necesario recuperar la humildad. También al momento de hablar, porque a los comunicadores les cuesta mucho decir lo que sienten y se limitan a opinar por lo que le ofrecen. Argentina se convirtió en un conventillo de medios, de prensa y de ideas.

Mediocre, totalmente negativo, improductivo y por momentos algo sarcástico. La TV es hoy un nido de confusión para los más chicos. Un manto que cubre la verdadera esencia de lo que son las cosas. De nada sirve estar detrás de la verdad cuando lo que se comunica es la mitad de lo que se negocia.

¡Qué lejos estamos!

jueves, 26 de abril de 2007

REORDENAMIENTO POLÍTICO

Reordenar y estructurar el sistema político es una de las fundamentales bases para encaminar al país en el cambio que necesita. Pero lo primordial pasa por un cambio de actitud de quienes tienen el compromiso de ejercer los mandatos y funciones por el cual el pueblo los vota.

Pensar en el ordenamiento político, es sinónimo de establecer nuevas pautas. Una de ellas, es sin duda, replantear nuestra estructura política espesando por conformar un Estado competitivo, profesional y serio. Se necesita una Administración Pública moderna, alejada de los intereses partidarios y políticos y pasando a ser un verdadero Servicio Público.

La premisa de Ética y Moral es muy clara, “podemos crecer en la medida que seamos francos”. Pues resulta indispensable que desde la dirigencia política nazca la idea colectiva de entrar en una etapa de cambio. Se puede pensar una y mil maneras de cambiar estructuras y sistemas, pero si no se cambia la actitud no resultará ningún proyecto. De esa actitud dependen los argentinos, depende el futuro del país.

No tenemos un Estado moderno que limite los intereses sectoriales dentro de la Administración pública, con el agravante de funcionarios politizados sin importar la pericia que puedan contar para sus funciones específicas. Algunos son más negociadores políticos y amigos del otro que idóneos y leales al propósito que fueron nombrados.

Así es como hemos llegado a Instituciones carecientes de credibilidad y respeto. Han formado un estado de Instituciones politizadas que fingen una función en medio del giro arbitrario del gobierno de turno.

Un país no cambia con cada gobierno la función primordial del estado. El servicio lo debe cumplir como premisa fundamental por el cual existe. Se puede tener una visión diferente de ciertas formas y modos de arbitrar políticas determinadas, pero no puede olvidar las bases por el cual deben pasar sus funciones.

A cada gobierno entrante, en Argentina se cambian desde los funcionarios hasta los escritorios, pasan por los chóferes y terminan desvirtuando las funciones. Cada uno acomoda sus hombres, sus familiares, y ni se fijan cuales son las cosas que estando bien, se deben dejar igual tratando de mantenerlas. Lo primero que se hace es cambiar, sin medir los resultados, sin tener en cuenta que muchas veces se debe continuar con determinado proceso para llegar a un determinado fin. Así es como en los grandes países como Francia, ante un cambio de gobierno, sustituyen no más de 300 funcionarios en todo el país, y en Argentina, un solo intendente cambió más de 2500 funcionarios (La Matanza).

Hemos llegado a más de 600 normas tributarias. Normas que sin duda no se aplican, o al menos, resultan excesivas al momento de controlar la liquidación de impuestos y la respectiva recaudación. Si se tiene parte del gobierno, como lo es la SIDE, donde no se controlan los gastos, es muy fácil imaginar la falta de control en terrenos con demasiada amplitud, como lo es el tributario.

Argentina se ha convertido en un país sin control de gastos ni aplicación de leyes.

Los grandes evasores existen porque el Estado lo permite. La corrupción se institucionalizó porque asumen cargos sin la respectiva responsabilidad de conducción.

Estamos parados en el mismo escalón que Etiopía y Zambia (los conoce?), pero tenemos, -como dice el economista y negociador internacional Felipe de la Balze- “una sociedad civil en términos de las calificaciones medias de nuestros médicos, deportistas, torneros o plomeros que se comparan con la de muchas naciones avanzadas”.

Sin duda que los problemas pasan por la calidad de política que tenemos. Pero esa calidad pasa por una actitud deliberada de hacer lo que les plazca en lugar de lo que les corresponde. Cuantas veces hemos escuchado a funcionarios de primeras líneas aumentar sus sueldos mientras sus gobernados no tienen para comer. Pero sin duda nos les importa.

La Educación, la Salud, la Justicia y la Seguridad, son obligaciones que le competen al Estado en respuesta a los impuestos que la gente paga. Es la prestación de un Servicio Público que el Estado tiene encomendado. España, Francia, Italia y mismo Chile, cuentan con un Estado sin fragilidades, sin vacíos institucionales que dejan a la deriva a una sociedad entera.

Ese Servicio que el Estado debe cumplir se logra mediante la independencia de las Instituciones, con funcionarios competentes, prestigiosos por sus resultados e idóneos por sus conocimientos.

Si no se tiene compromiso estatal, no se podrá terminar con la corrupción, ni el desempleo. Tampoco se podrán ejecutar una educación pública productiva, ni terminar con la pobreza, ni mejorar los servicios. No se logrará justicia.

La política dentro de la Administración Pública Argentina es un gran quiste, de características cancerígenas que se propaga con el tiempo llevando lentamente al sistema a la muerte y la destrucción del país. Como todo quiste, se lo debe extirpar. Como todo cáncer, se lo debe tratar. Argentina está en agonía, una terapia intensiva moderada que no se sabe nunca por dónde va a estallar.

En determinado momento se aquietaron las aguas con el tema de los piqueteros porque salió a la luz el tema de las coimas del Senado. Algo parecido ocurre cuando un ministro debe dar informes en el Congreso, seguramente los medios aparecen con otra noticia que distraiga. Mientras tanto, todo sigue, aquella Ley votada en medio de vicios legales se puso en práctica. En medio del ruido que puede producir el caso Skanska se minimizaron las declaraciones de Fernández.

Los fallos judiciales dictaminados de manera arbitraria, colmados de vicios que determinarían su nulidad, fueron aplicados como mandato de ley, y se llevaron a cabo. La misma Corte Suprema ha violado en su momento, derechos Constitucionales. En Argentina se ha violado la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, aprobada en la IX Conferencia Internacional Americana.

Ese es el quiste que tiene la Administración Pública. Esa es la política dentro de las Instituciones. Esos son los funcionarios politizados que administran nuestro pueblo.

Este es parte del reordenamiento político que necesita nuestro país. Y las lista sábanas, donde se votó sin saber a quien. Es la parte de la reestructuración política. Mientras tanto que comiencen de una vez por todas, en cambiar la actitud, despolitizar la administración, terminar con los intereses sectoriales, nombrar funcionarios idóneos, mantener las estructuras que funcionen, prestar un servicio como corresponde y permitir que el país salga adelante.

Nuestro presidente ha tenido voluntad, la determinación suficiente para querer poner cada cosa en su lugar pero en cierta manera se le fue la mano en las formas. No basta con la voluntad, también se debe tener criterio y determinación. También acompañamiento. La voluntad del pueblo en cierta forma lo acompañó, pero muchas cosas se fueron escapando de los carriles. Por eso, seguimos igual. En cierta manera faltó conducta y seriedad.

PROBLEMA POLITICO DE FUTURO INCIERTO 2º Parte

No importa si es Moyano, Barrionuevo, Lingeri, Cavalieri, Palacios, Venegas, Viviani, José Rodríguez, Pedraza o Daer el número uno de la CGT, lo que debe importar es la manera de conducirse y el común de los objetivos a perseguir. Pero en eso no hemos crecido, seguimos siendo un país de fracciones de poder que se disputan por el manejo y la influencia política. Siempre fue igual. Pero la mayoría de los argentinos no quieren eso, aunque acá lo que quiere la mayoría no interesa.

Hubiese sido muy importante por el futuro crecimiento y por el reencuentro con la credibilidad, que Moyano hubiese dado un paso al costado una vez que los hechos apuntaron a los organizadores del acto. Pero si no lo hicieron otros funcionarios con el peso de casi 200 muertos en sus espaldas, caso Cromanón, no se puede esperar que desde las bases sindicales salgan a cortar viejos modelos de actitud. Los actos de grandeza son pocos en Argentina.

Mientras tanto, el peso de los hechos acorta ciertas vidas políticas y ponen en evidencia que la confrontación está abierta en nuestra dirigencia política. Esa misma dirigencia que debe preocuparse ahora por los costos políticos, por Jorge López desaparecido y por las fracciones políticas que giran en torno al gobierno con miras claras de desestabilización. Todo esto no conduce a nada. Solamente se logra atrasos de crecimiento y justicia. Porque de las formas políticas y de las discusiones de poder depende es desempeño de la justicia, y mientras no se tenga clara aplicación de la justicia los pasos serán siempre lentos sobre terrenos poco transitables.

Es una forma, no dejar gobernar por un lado, y la presencia de patoteros por otra. Lo cierto es que entre periodistas amenazados, testigos desaparecidos y violentos desubicados no vamos a ninguna parte. Argentina tiene un grave problema político que no necesariamente se soluciona en las urnas.

PROBLEMA POLITICO DE FUTURO INCIERTO 1º Parte

Estar nuevamente en las calles significa estar con la gente, los que pidieron volver a vernos, los que no y los que nos irán conociendo. Lo cierto es que ÉTICA Y MORAL tiene su identidad y mantendrá la postura de dar opiniones realistas sin la necesidad de apuntar a la ofensa. Simplemente decir lo que la realidad nos entrega.

Hablar de los problemas políticos que Argentina está atravesando no deja de ser un tema urticante que nos incumbe a todos. Pero quizás, la preocupación de los argentinos se puede centrar en el futuro y la dilatación de soluciones que se requieren en carácter de urgencia. Pero no cabe dudas que la mayor tensión no deja de pasar hoy día por los pasillos de la Casa de Gobierno.

Los hechos ocurridos en la Quinta 17 de octubre, en San Vicente, seguramente tienen nombre y apellido, el problema pasa por saber correctamente de quién se trata y si realmente nos enteraremos con el tiempo de la verdad. La falta de credibilidad es una de nuestras constantes. No necesariamente por razones de idiosincrasia, sino por el manejo rutinario de fuentes de información y los posteriores negociados de silencio. Aunque duela, es así.

El mismo presidente, acompañado por la mayor comitiva del gobierno, en un acto realizado en José C. Paz, y frente a miles de personas, respondió a su manera a lo consideró un ataque al gobierno mismo. Dijo –“las cosas que suceden, no suceden por casualidad, hay que apuntar contra el presidente, hay que apuntar contra Kirchner para frenar el cambio, frenar la Justicia, frenar el nuevo país que necesitamos”. Sin dudas que el costo político es elevado, y ciertamente, más allá de pensar que no dejan de ser posibles palabras de campaña, el presidente tiene razón. Alguien quiso empañar una fiesta de miles poniendo en evidencia que en las esferas políticas las cosas no andan nada bien. “En la oscuridad se mueven aquellos que quieren perturbar el ánimo de los argentinos”, dijo Kirchner en otro pasar de su discurso.

El propio Primer mandatario habló de una conspiración, lo veremos con el tiempo si realmente son los términos correctos. Pero mientras tanto, éste tipo de enfrentamientos no dejan de hacer recordar cuando en los tiempos de internas gremialistas, allá por los años 70, Lorenzo Miguel y Rucci se enfrentaban por el liderazgo sindical y las primeras filas junto a la dirigencia peronista. De no fallar la memoria, en la ex calle Cangallo estaba el bunker de Lorenzo Miguel, aguardando detrás de los portones aquellos autos torinos con ametralladoras y matones. Hoy las discusiones son de otra manera, pero violentas al fin. La gran diferencia de lo ocurrido el 17 de octubre en San Vicente a las horas vividas en Ezeiza en el retorno de Perón al país son claras y contundentes, ya que en aquella oportunidad más de 70 muertos empañaron nuestra historia y al día siguiente se declaraba la guerra de fracciones políticas en las calles llevando al país a lo que todos conocemos y no queremos recordar. En la presente ocasión, no hubo muertos, los enfrentamientos fueron menores pero el tema en discusión aparentemente el mismo. Una posición de liderazgo frente al poder político.

El peronismo muchas veces manifestó sus diferencias mediante la violencia, pero lo más triste es pensar que los años han pasado y las bases ideológicas en cuanto a sus posturas de poder no cambiaron.

Pasaron 30 años y se sigue discutiendo quién debe tener el poder gremial y quién debe ser el amigo del presidente. Está dentro del sistema político, pero lo que no cabe más en la historia es la violencia por violencia misma. Mujeres, niños y ancianos estaban predispuestos a pasar un día de fiesta conmemorando un hecho que no dejaba de ser histórico, el mismísimo respeto a quien fuese presidente en tres ocasiones, el debido respeto a quienes fueron a un acontecimiento histórico pero que enseguida pasa a ser político. Nada más que político. Lo que sigue, es discutir de sindicalismo.

martes, 24 de abril de 2007

OTRA MUERTE DE BOLICHE

Al cierre de la presente edición, una noticia ponía nuevamente en evidencia el grave problema social que nos rodea y parece ser que a ello nos acostumbramos. A raíz de una golpiza, muere un joven de 20 años, estudiante universitario. El jueves 7 de diciembre Martín Catelluci murió a raíz de los golpes recibidos el sábado 2 en el boliche “La Casona” de Lanús. La misma fue llevada a cabo aparentemente por los llamados “Patovicas” del boliche. Por lo que se sabe hasta el momento (la edición se cerró el 8/12/06) un grupo de amigos fueron juntos a bailar, pero al momento de entrar no todos lo pudieron hacer. Un amigo de martín fue apartado del grupo sin dejarlo entrar por razones que hasta el momento no se pueden precisar, pero que estarían relacionadas con una selección realizada sobre la persona, quiere decir esto, apartado con intenciones claras. Si esto se comprueba, no es la primera vez que ocurre, ya que “La Casona” ya ha seleccionado en anteriores ocasiones a la gente que está por entrar, lo que significaría realizar una discriminación. En circunstancias que aún no son claras, Martín fue a buscar a su amigo y tratar de lograr que lo dejen entrar, y frente a los acontecimientos que aparentemente versan, existió una discusión que terminó en la golpiza contra Martín. Luego de días de estar internado, falleció a consecuencia de los golpes recibidos. Involucrados se encuentran detenidos en seccional policial, y la indignación de familiares ya se manifiesta en todos los medios. Con el correr de los días se sabrá qué es lo que ocurrió esa noche. Pero lo cierto es que una vida más quedará en el largo listado de quienes fueron victimas de actos de violencia por parte de patovicas. Cada uno tendrá sus razones, y quizás existan casos de jóvenes, aunque no es éste, que se ponen pesados y deben poner orden para que las cosas no se compliquen, pero de ninguna manera queda justificado el accionar por medio de la violencia desmedida y mucho más si se trata de personal que debe estar entrenada para persuadir y no para matar. Si vamos al caso, aparentemente, uno de los golpeadores practica boxeo, de ser así, está demás decir las diferencias que existen en condiciones físicas y aptitudes para enfrentarlas en una pelea, sea cualquiera el motivo. Parte del problema no deja de ser lo permisivo que se han vuelto ciertas cosas, que frente a la falta de control y por otra parte la luz verde que tienen algunos, caemos siempre en lo mismo. Quizás la justicia también tenga parte de responsabilidad, al no tomar medidas ejemplificadotas que pongan freno al libertinaje de hacer lo que se quiere y cuando se antoje. Muchas veces se ve a la salida de los boliches a los jóvenes de corta edad alcoholizados y haciendo desmanes de todo tipo, pero ese es otro problema que nada tiene que ver con lo ocurrido, ya que aquí existió una discusión y la respuesta violenta de golpes que no solamente terminaron con la polémica sino además con otra vida. ¿Hasta cuándo Señores? En el próximo número daremos información de los hechos y las respuestas. EyM -Art. publicado en la revista Etica y Moral - Dic. 2006

CIENCIA – Alzheimer (1º parte)

DESTRUCCIÓN CONJUNTA Sus manos temblorosas se desplazaban sobre la mesa tratando de tomar con sus dedos las flores sobre el mantel. Sus intentos resultaban imposibles, su tenacidad y persistencia no detenían los movimientos incesantes, irregulares y pausados. Pero resultaba imposible, ya que las flores estaban dibujadas. La vista fija sobre su objetivo lo mantenía aislado del entorno. Con su gesto duro por la lucha emprendida no dejaba de perseguir su meta. Al mismo tiempo, la pacífica expresión de su rostro detonaba lo contrario a la realidad que acosaba a su ser. En la habitación, con sus pasados años sobre sus espaldas, en medio de paredes de tonos suaves y cuadros viejos, el hombre sentado en una silla de madera de estilo antiguo dejaba en el paso de los minutos los frustrados intentos por tomar las flores. No se trataba de vagos caprichos ni de un pasatiempo cualquiera, simplemente era su mundo, el que se encontraba en esos momentos y de su simple presente. Por momentos, mientras movía sus manos, algunas palabras salían con fastidio por no querer responder, o quizás, no estar en condiciones de hacerlo. Su hija le preguntaba alguna que otra cosa, buscando una respuesta que oriente a la capacidad que le restaba y al convencimiento de saber en verdad cómo se encontraba. En forma reiterativa continuaba intentando captar las flores del mantel, de la misma manera que las respuestas diferentes se daban en base a las mismas preguntas. No se trata de un juego de palabras, tampoco una forma diferente de comunicación intencional de volver loco al otro. Simplemente estamos en presencia de una amorfa conversación entre seres humanos que no llegan a entenderse por momentos y que lo comprenden todo a ratos. Pasajeros reflejos de lucidez que se glutinan en una sonrisa y alguna pregunta familiar descolgada del momento y de toda conversación. La conformidad de la respuesta de su hija y la alegría de notar que él pudo preguntar algo. A los minutos, la misma pregunta. Una y otra vez, como si nunca lo hubiese preguntado. Fallas nocivas de memoria, falta creciente de concordancia entre los hechos y las circunstancias presentes. Carencia casi total de aspectos cognitivos y un interrogante fatal, ¿Cómo sigue esto? La mirada perdida del hombre y los ojos tristes de su hija se congelan por momentos en un tiempo de espera. Una espera que no tiene límites ni sorpresas, ya es tarde, la enfermedad está presente y los acontecimientos saltan a la vista, la descripción realizada por un médico psiquiatra es perfecta, no es otra cosa que una demencia. El apuro científico se debe a que el mundo desarrollado está preocupado por las consecuencias del “Baby Boomer”, como se llama a la generación que nació después de la Segunda Guerra Mundial que gozará de vivir más años que sus progenitores. Así, habrá más gente con chances de sufrir Alzheimer y crecerán los costos para los sistemas de salud. Atento lo informado hace poco a un diario de nuestra Capital, Lennart Mucke, director del Instituto Gladstone de Enfermedad Neurológica de la Universidad de California, en San Francisco, hoy se gastan mil millones de dólares por año para tratar a los 4,5 millones de pacientes con Alzheimer que hay en los Estados Unidos. Se predijo que para el año 2050 la cantidad de enfermos podría triplicarse. En Argentina, se estima que hay 400.000 personas viviendo con Alzheimer. Los pacientes se tratan hoy con medicamentos (como los inhibidores de la colinestarasa y la memantina) con los que se intenta conservar la función de la memoria o controlar síntomas. También se trabaja con estimulación cognitiva para que el paciente pueda organizar su vida cotidiana y con el apoyo psicológico para los familiares. En los laboratorios científicos, se está apuntando a entender las causas y a ver los efectos de los 32 productos que están probándose. Si bien hace 100 años que la enfermedad se descubrió, recién ahora se empieza a entenderla. Hoy día se tiene conocimiento que la enfermedad tiene varias causas que interactúan. La hipótesis que más prevalece es que ciertas proteínas amiloides se van acumulando en placas en regiones del cerebro que están relacionadas con la memoria y el aprendizaje. El cerebro no podría remover niveles altos de placas y así falla. Ese ensayo con los 32 productos apunta que algunos de ellos podrían ser útiles para frenar la producción de las placas de amiloides. También se estudia si los antioxidantes, como la vitamina E y el Gingko Biloba, los estrógenos y un antagonista de receptores celulares podrían proteger a las neuronas para mantenerlas fuertes. Claro que ningún fármaco será efectivo si los familiares no acompañan. “Una familia que sabe contener hace que la buena calidad de vida del paciente se extienda”, dijo Fernando Taragno, psiquiatra e investigador del Instituto Universitario del CEMIC. “A través de una comunicación sincera con los médicos, la familia tiene que aprender sobre la enfermedad y sus síntomas y aceptar que los pacientes no se mantienen inquietos o con olvidos a propósito. Tienen que anticiparse a cómo cambiará la vida cotidiana con el deterioro del paciente. Así los mismos familiares bajan las chances de sufrir depresiones e infartos”. Sin dudas que de eso se trata también. Observando a ese hombre y su hija se podía evidenciar que el desgaste de la persona sana es tremendo. La constante visión de tener de frente a un familiar que por momentos no recuerda. Por momentos no sabe dónde está ni quién está a su lado. La reiterada búsqueda de algo que no existe, la imaginación sobre hechos a modo de alucinaciones que se presentan en medio de cualquier diálogo corto que se pueda llegar a interponer entre la enfermedad y la realidad. Una realidad que termina desde el momento de no recordar casi nada. Una enfermedad que tiene como base la demencia progresiva que tiene el déficit de memoria como de sus síntomas más tempranos y pronunciados. Faltante de memoria que se vuelve asesina para los seres queridos que no pueden llegar a comprender con claridad cómo es posible que el abuelo no sepa quienes somos, dónde estamos, mientras trata de tomar las flores del mantel. De la misma forma que se puede comportar un animalito que persigue una mosca, de la misma forma que se puede imaginar la presencia de elementos en la habitación, de la misma manera se transforma una persona sin saber lo que ocurre en realidad. En los primeros tiempos, entiende, al menos escucha el consejo de visitar a un médico, realizar estudios y compartir con seres queridos la inquietud de lo que se está atravesando, pero en la medida que los síntomas se acrecientan, todo parece pasar a un segundo plano sin existir un plano primario. Todo es duda, nada es concreto más allá que la misma enfermedad. Una enfermedad que devora la memoria. Pasado un rato, ya las flores del mantel no lo molestan. Tampoco ve las cosas que se presentaban en la habitación. Una nueva cuestión aparece, la de tener que irse a dormir. No era hora y faltaba cenar. Pero vestido como estaba se acostó. Entonces su hija le ofreció jugar con las cartas. Se levantó con ánimo con la conducta de un niño de 10 años. Se puso a jugar a su manera, y en medio de las explicaciones de su hija, que bien le hacen a él para la parte cognitiva, el abuelo hacía sus trampas y se reía. Era feliz en ese momento, envuelto en su mundo, ese mismo mundo que jamás hubiese imaginado porque no es conciente, ese mundo nuevo que debe enfrentarse el familiar entrando a un desconocido laberinto de cuestiones y vaivenes que no dejan de desesperar, no dejan de pegar muy adentro. La enfermedad de Alzheimer es una de las más populares en los mayores de 65 años. Es una Demencia, Síndrome mental orgánico que se caracteriza por un deterioro de la memoria a corto y largo plazo, asociado a trastornos del pensamiento abstracto, juicio, funciones corticales superiores y modificaciones de la personalidad. Atenta sobre la función Cognitiva, que es la habilidad de percibir, pensar y aprender, funciones fundamentales del cerebro intacto. Una función cognitiva pobre imposibilita la capacidad de una persona para llevar a cabo las acciones simples de la vida. No se debe confundir el envejecimiento normal con el deterioro cognitivo de la demencia.De lo expuesto, solamente queda pensar en el dolor de los familiares, en la impotencia y en los cambios que se pueden presentar un determinado día en la mente del ser humano, sin quedar otra opción que padecerlo, tanto para el paciente como para los familiares, quienes en forma conjunta también se van destruyendo, aunque es sabido que el paciente no es conciente de nada. Carlos Pianesi.

PANORAMA ARGENTINO (Dic-2006)

PANORAMA ARGENTINO (Resumen de la situación argentina, por Carlos B. Pianesi) Si se quiere ser optimista, se tiene que decir que el gobierno está pasando por un momento de mala racha. Pero cuando se analiza la realidad nacional no es cuestión de optimismo o pesimismo, es cuestión simplemente de dar una idea general de la situación y en política no existe la mala racha o el golpe de suerte. Entonces se tiene que decir que el gobierno está pasando por momentos algo complicados, quizás relacionado con los tiempos de elecciones que se aproximan, o el reflejo tardío de ser gobierno con algo más del 20% de los votos aunque las encuestas dan una imagen positiva sobre el presidente mayor al 70%. El hecho es que hoy por hoy, la preocupación del gobierno está centrada en una realidad que seguramente nunca quiso vivir ni tampoco tenía en los planes enfrentar. Ciertos puntos neurálgicos están debilitados, con el costo político que eso significa cuando a medida que pasan los días la misma ciudadanía se va preocupando al notar que el poder político no está exclusivamente centrado en el mismísimo gobierno, sino compartido con fracciones que indirectamente van poniendo sus pautas. Sean leales o no, sean constructivas o no eso no interesa. Lo que vale es la demostración activa de formas y modos que ponen en vilo al gobierno, a la sociedad y al mismo sistema democrático. No es exagerar, simplemente es cuestión de analizar que la base misma de la sociedad está demasiada convulsionada, de la nada y por poco, se producen enfrentamientos entre el mismo pueblo o contra la policía. Pareciera que la paciencia en algunos temas se termina. En las últimas semanas fueron duros los golpes, y el propio presidente salió al cruce haciendo comentarios sin dejar de enviar algún mensaje. Mucho pasa quizás como respuesta a sus particulares formas de gobernar, es más, los modos de decir ciertas cosas. Pero es su estilo y se lo debe respetar, aunque al momento de mover las fichas por las elecciones que se aproximan, mucho sirve sacar provecho de las circunstancias que se fueron presentando como resultado de los entredichos y de las políticas desarrolladas en ciertos temas. Todo está girando en los cambios obligados por los resultados de Misiones y la obligación política de bajar las intensiones de reelección. Con respecto a ello, quizás el gobierno tenga en estos momentos la ventaja que a la oposición no se le presentan fáciles las cosas. Veremos qué pasa. La inseguridad que sufre la población no pasa desapercibida y el sistema jurídico sigue tan colapsado como siempre. Faltan estructuras, criterio y decisión política sin miramientos a quién se castiga. Hoy la justicia se sigue negociando. Hay quienes responsabilizan al propio gobierno de las cosas que ocurren por haber sido el mismo gobierno el precursor de una política de enfrentamiento constante en todo terreno. El mismo presidente reconoce haber sido muy directo y frontal, pero así se autodefine y ciertamente es también lo que se necesita para sacar un país adelante. Lo que ocurre es que las cosas quizás no estaban dadas todavía para abrir batalla en todos los frentes al mismo tiempo. Argentina sigue con el problema de siempre, falta maduración y dejar de lado los intereses partidarios y sectoriales. Desde la provincia de Buenos Aires, le llega al gobierno el peso del costo político por los hechos, que uno tras otro se fueron presentando. Quizás alcanzaba con la desaparición de Jorge López, que atento la formas de ver, puede tratarse de responsabilidades conjuntas entre la Provincia y la Nación, ya que alguien se tuvo que preocupar por cuidar a un testigo fundamental en una causa que dirimía asuntos relacionados con la policía de la Provincia en tiempos de dictadura y el mandato mismo del gobierno en poner los puntos en claros con relación a aquellos años. Ahora ya es tarde. Pero se le sumó los hechos en la quinta de San Vicente, algo muy complicado de analizar donde varios asuntos están en juego, con fracciones relacionados como el gremialismo, la policía, los barras del fútbol, dirigentes de varias cúpulas y el repudio generalizado de la sociedad que sin pausa no dejo de sentenciar los hechos y de demostrar su preocupación y miedo. Hace unos años, la provincia de Buenos Aires presentaba hechos que convertían al país en un hervidero. Los saqueos, luego los muertos en la estación Avellaneda, depuración policíaca, la mayor violencia, la gran cantidad de secuestros, todo en el mayor de los distritos que se debe cuidar fue creando un malestar generalizado que indirectamente fue condicionando al gobierno nacional. Claro que Felipe Solá tiene que estar preocupado y en éste momento también lo está el presidente Néstor Kirchner. El fantasma de los años 70 recorre la memoria de la gente, las tensiones generadas en la incertidumbre de algunos temas, la sociedad nerviosa y sin pautas claras, el gremialismo enfrentado aunque se aparente silencio, la Iglesia mira de costado, grupos disidentes molestos por los juicios a los militares y una serie de cosas menores que no por ello pierden importancia se mezclan en un todo que lleva a convertir nuestra política en una sopa caliente que se llama Argentina. Pero se dice que está todo bien y tranquilo. Por ello, hoy el panorama político es delicado aunque algunos lo niegan y en gran parte no está en manos del propio pueblo solucionar en las urnas lo que se debe resolver en ciertos escritorios. CBP.

DUDAS, ESPECULACIONES Y UN DURO GOLPE A LA DEMOCRACIA

Al cierre de la presente edición, éste hombre es una incógnita y en carácter de urgencia se ha modificado la nota principal de la edición. En sus ojos se ven las lágrimas internas que afloran de los recuerdos imborrables por los casi 3 años que estuvo prisionero. Las imágenes grabadas de miembros de las fuerzas de seguridad ejecutando a varias personas. Secuestrado el 27 de octubre de 1976 y liberado el 25 de junio de 1979, luego de haber pasado por varios centros clandestinos de detención. JORGE LUIS LÓPEZ, secuestrado y torturado por Miguel Etchecolatz está desaparecido desde el 19 de septiembre luego de haber sido uno de los testigos principales del juicio que condenó al ex director de Investigaciones de la Policía Bonaerense Miguel Etchecolatz a reclusión perpetua. ¿Dónde está?, ¿Quién lo tiene? Más allá de las diferentes conjeturas que se puedan hacer, independientemente de las palabras enfrentadas a nivel político que responsabilizan a uno u otro, lo cierto es que un testigo ha desaparecido. Por más que el ministro de Seguridad Arslanian o el ministro Aníbal Fernández se niegan a aplicar la palabra “desaparecido en democracia”, lo cierto es que López realmente desapareció. Cabe destacar que frente a las particularidades del caso, hablar de secuestro, ocultamiento y en el peor de los casos asesinato, es lo mismo. Por más que secuestrarlo pueda dar a entender precio, ocultamiento implantar temor y asesinato venganza, lo cierto es que López está desaparecido cuando en realidad lo primero que se tuvo que haber hecho es cuidarlo. Lo ocurrido deja claramente expuesto nuevamente el tema jurídico y de garantías sobre los ciudadanos. Es una demostración clara que se sigue improvisando en temas delicados como la seguridad. Ahora pueden discutir lo que quieran y quienes sean, responsabilizar al gobierno provincial, al nacional, a los jueces, al fiscal, a la corte, a la policía y quien se les antoje, lo cierto y verdadero es que el testigo desapareció. No está. La situación es mucho más grave de lo que algunos suponen. Esto es una intimidación a futuros testigos en otros juicios. Alguien o algo están tratando de parar la pelota y jugar otro partido. Existen especulaciones de todo tipo en torno a la desaparición de López. Que el gobierno lo tiene escondido para especular con acciones orientadas a la campaña política demostrando preocupación, interés, desenvolvimiento en miras a mejorar o garantizar un sistema de seguridad, hasta inclusive puede pensarse que en forma tacita se hable de grupos de poder que pretenden desestabilizar al gobierno y de esa manera justificar el mismo gobierno que tiene presiones opositoras para llevar adelante determinados programas políticos. En cierta forma, es una barbaridad pensar eso, porque el costo político que paga el gobierno por todo esto es muy caro. Por otro lado se habla de grupos antagónicos que no están de acuerdo con la política que lleva el gobierno con respecto a juicios por la responsabilidad que les puede caber a todos los involucrados en la época de la dictadura. De ser así, cabe entonces preguntarse si el dinero que gasta la SIDE en las investigaciones está realmente orientado al descubrimiento, localización y desmembramiento de estos grupos. No deja de ser parte de la seguridad de Estado. ¿Existen puntos de presión que le impida al gobierno tomar ciertas decisiones? Es claro que existe un sector de la sociedad que no está de acuerdo con la política de gobierno en relación al tema dictadura. Es cierto, y también públicamente reconocido por cercanos al gobierno, que en algunas cosas el propio presidente hace referencia a ciertos temas en un tono algo elevado y no deja de causar molestias en algunos sectores. Cualquiera sea la teoría, lo cierto es que a la práctica el testigo desapareció y el pueblo comienza a tener miedos. Miedos que rememoran el pasado. Es muy cierto lo dicho por el gobierno bonaerense “lo peor es pensar que ha sido secuestrado, porque a partir de eso podemos esperar cualquier cosa, porque si alguien se anima a secuestrar a una persona porque fue testigo luego de 30 años de un caso así, se puede esperar cualquier cosa de esa gente”. Sin dudas la situación es grave. Pero hay que detenerse en los pasos anteriores a la declaración del testigo. Eso está relacionado con las especulaciones políticas y la falta de seriedad en encarar ciertos temas. Si era de conocimiento que la declaración de López era elemental, porque eso se sabía y no pueden decir que se desconocía, lo primero y único que se tuvo que hacer es protegerlo. Sea la provincia o la nación, pero protegerlo. Sea cierto o no, el espionaje interno del que se habla con respecto a las investigaciones y escuchas telefónicas de la SIDE con la oposición al gobierno y con algunos periodistas, inclusive existiendo ya amenazas, hace suponer que el Servicio de Inteligencia tiene el poder y los elementos de entrar a todos los rincones y lo hace. Entonces el gobierno, la justicia, la policía nadie supuso que en medio de semejante accionar político y público que se lleva a cabo por lo ocurrido hace 30 años puede despertar actitudes de magnitud que pongan en riesgo la seguridad de un testigo y peor aún, atenten contra la democracia coartando la libertad de expresión. Son muchas las cosas que se pueden establecer como premisas de polémica. Son muchas las conjeturas o inclusive los razonamientos que se pueden esbozar en torno a Jorge Luis López y su desaparición. Tenemos mucho por seguir conversando, porque inclusive se presentan ciertas contradicciones que se desprenden de las mismas palabras de la dirigencia política. Además, las falencias a nivel jurídico son muchas. Tenemos mucho por hablar. Lo ocurrido con Jorge López es un ataque a la política nacional de defensa de los derechos humanos y, es cierto, lo dijo el mismo Solá. Pero lamentablemente también tenemos actos de responsabilidad política que no se miden de la misma forma, como el caso de los matones que irrumpieron en el hospital Francés que terminaron siendo protegidos por la misma policía. Entre ellos, la presencia de militantes muy cercanos a la dirigencia política. Entonces hablemos claro, se debe estructurar, acondicionar e independizar al Poder Judicial y dejar que la justicia trabaje sin condicionamientos políticos. Solamente manteniendo la independencia de los poderes se puede mantener el estado representativo, republicado y federal. Lo ocurrido con el testigo López tiene mucho que ver con eso, porque las responsabilidades del Estado ya están implícitas y deben ir más allá que las discusiones de fondo político que tienen como carátula de carpeta la ideología y el poder. La discusión de fondo debe ser siempre la idea de estructurar programas políticos orientadores al enriquecimiento de la Nación y el bienestar de un pueblo. Dentro de ese bienestar también está la seguridad y mucho más si se trata de un testigo clave en una causa que nos implica a todos. Que Blomberg dijo, que Arslanian le responde, que Solá está preocupado, que el Presidente se enoja, ahora ya de nada sirve tirarse flores, hacer discursos ni de hacer proselitismo, las cosas hay que verlas antes, dejar de improvisar y hacer una estructura y llevarla a cabo. Hace tiempo que se pretende recuperar la credibilidad en Argentina, y en ciertas cosas el presidente tiene razón en exigir, pero es fundamental que algunos se pongan a trabajar en serio. Dios quiera que Jorge López aparezca con vida, pero de todas maneras, la mancha ya la tenemos. El miedo a muchos le llega, y el recuerdo del pasado se hace presente. Dios Bendiga a la Argentina. CBP.